Colegio Virgen de Atocha. Fundación Educativa Santo Domingo

Lavoisier no se equivocó

El principio de la conservación de la materia enunciado por Antoine Laurent Lavoisier es uno de los grandes hitos de la ciencia Química, pues ha permitido predecir, a priori, la masa de productos que podríamos obtener mezclando una determinada cantidad de cada reactivo del proceso.
Pensemos, por ejemplo, que una noche extremadamente fría, un alumno decide quemar un tocón de madera en la chimenea de la casa de su pueblo. Como su conciencia ecológica no le deja tranquilo, decide aplicar sus conocimientos de Química para calcular la masa de gases que está emitiendo a la atmósfera. Por ello, se le ocurre que la manera más sencilla de conseguirlo es pesando la masa de la madera antes de quemarla, y pesar las cenizas resultantes de la combustión, que supondremos que ha sido completa, pues ha transcurrido durante toda la noche. De este modo, por diferencia entre la masa final de las cenizas y la masa inicial de madera, obtiene un valor que atribuye a los gases liberados.
La pregunta que podemos plantearnos es: ¿Se trata de un genio en ciernes con mucho tiempo libre o debería repasar un poco más la teoría que le han enseñado?


Respuesta: 
En efecto, Lavoisier no se equivocó. Recordemos que el principio de conservación de la masa defiende que la masa ni se crea ni se destruye, solamente se transforma, lo que aplicado a una reacción química significa que la suma de las masas de reactivos es igual a la suma de las masas de los productos. Hasta aquí, parece que el alumno parece bastante original. Sin embargo, comete el error de no saber cuál es a fórmula general de una reacción de combustión. En dicha reacción se cumple:
Combustible + O2 --> Productos

En nuestro caso, el combustible va a ser la madera, y los productos, los gases y las cenizas resultantes. Sin embargo, la masa de los productos no puede ser igual solamente a la masa de la madera quemada. Debemos considerar el oxígeno necesario para toda combustión. (Recordemos el clásico experimento de tapar una vela encendida con un vaso. El consumo de todo el oxígeno encerrado por el vaso hace que la vela se apague cuando ya no queda nada de oxígeno)